Qué es el CRECIMIENTO PERSONAL

Todos aquellos trabajos que realizamos para hacer un Crecimiento Personal están basados en intentar sanar las memorias personales. Memorias que  muchas veces están creadas en el  dolor, en incongruencias, en traumas que en su día fueron afrontados creando unas máscaras y unos personajes para poder continuar viviendo, intentando controlar unas emociones que no sabíamos como administrar en ese momento.

Detrás de esos personajes que creamos hay siempre unas emociones escondidas, el problema es que esas máscaras terminan escondiendo nuestro verdadero ser y controlando la manera en que nos relacionamos con los otros. Muchas veces estos personajes nos acompañan desde la más tierna infancia. En su momento fueron muy útiles ya nos salvaron del miedo, de las carencias, del sufrimiento. Pero llega un momento de nuestra vida que percibimos que ya no nos sirven, de hecho nos alejan, nos aíslan, nos limitan y terminan  provocando soledad o conflictos. Las circunstancias cambiaron y nuestra reacción puede estar mostrandonos de una manera muy distinta a como somos en esencia.

El primer paso es apercibirnos, darnos cuenta, reconocer nuestra parte de implicación en que nuestra vida no funcione del modo que nos gustaría. Muchas veces echamos balones fuera, diciendo cosas como: que mala suerte tengo con los amigos, he nacido para estar sólo, siempre elijo parejas que se aprovechan de mi, no se como permito que mi familia  me utilice, ect. Pero lo cierto es que nosotros ponemos los límites, nosotros actuamos de ciertas maneras en donde les dejamos un espacio para que actúen así con nosotros. De esta manera nos  sentimos atraídos, abocados y sin mas salida que repetir patrones de la infancia en el presente, pero  con relaciones nuevas de apego que formamos. Nosotros, por mencionar algo muy común,  somos los que nos ponemos escudos para que no nos dañen y eso termina aislándonos del dolor, si, pero también del amor. 

Cuando reconocemos que algo no está bien es todo un mérito, porque entonces podemos asumir que también en nuestras manos está cambiar partes de nuestra vida que no funcionan de modo sano.

Dejar de castigarnos sin motivos, dejar de sufrir, para qué seguir haciéndolo, si podemos sanarnos a través del adentrarnos en  conocer eso que vivimos en nuestro pasado? No es fácil, de hecho, será doloroso por momentos. El reconocernos, reconocer que perdimos la inocencia, la fe, la esperanza. 

Será doloroso abrir de nuevo esas heridas enterradas pero esta vez  para ser reparadas, para darles un cuidado. Volveremos a sacar ese niño asustado para poder entender que hizo lo único que sabía en ese momento, adaptarse para sobrevivir, para no morir de sufrimiento.

Pero tras esta transformación en la que nos adentraremos, tras este trabajo personal, volveremos a una actitud más inocente y sabia hacia la vida. Podremos empezar a sentirnos vivos de nuevo, o tal vez por primera vez. Desnudaremos nuestra alma, encontraremos nuestra esencia, quitaremos esas máscaras que ya tenemos claro que están de más.

Estas preparado, preparada, para empezar a mirar dentro de tí?? TOMA LAS RIENDAS DE TU VIDA.